"Juan Borchers se propuso buscar un fundamento que sustentara la posibilidad de una arquitectura pura, análogamente a como existe la matemática pura. En esta búsqueda se encontró con el ACTO, que resistió todos los embates de la duda y se mostró complejo, denso, abstracto, carnal y sensible, eterno y humano. Este concepto elemental se constituye en una clave para ver la arquitectura viva y nueva. Es acercarse al origen, lo que según Gaudi, era propiamente ser original: “la arquitectura es el lenguaje de la inmovilidad sustancial: que los ACTOS puedan constituir materia de arte es lo nuevo que yo postulo…” Pp. 120, Institución Arquitectónica.
“Un ACTO es, como materia elemental, algo enormemente mas serio y denso que un color, que un sonido, que un sabor, que lo que el tacto palpa. Por un ACTO yo afecto a otro y soy además afectado…” Pp. Institución Arquitectónica.
Afirmamos que la materia específica de la arquitectura es el ACTO y que el arquitecto a través de su saber da forma a la vida.
Tratemos de precisar y hacer aprehensible la afirmación anterior. El ACTO es la forma abstracta de la función, es lo que hace durable las acciones. Por ejemplo, existen numerosos modos de cabalgar, pero existe el ACTO de la equitación, que tiene una forma. Dicho de otra manera los palafitos y la artesanía en madera para las construcciones está como ACTO en Chiloé y no en Nueva York. La llama no tiene ACTO posible en la piedra pero sí en el árbol. El agua con sus resonancias sonoras, visuales y olfativas está como ACTO pleno y es un hecho arquitectónico en
La arquitectura es el lenguaje de la inmovilidad sustancial dice Borchers: y a continuación señala: “Pues en el hecho un ACTO y el mismo ocurre a través de una multiplicidad, variabilidad de figuras espaciales que para el caso son como si fueran transparentes o inexistentes como un punto, y no cabría otra si una acción se realiza” Pp. 173 Institución Arquitectónica."
ARQUITECTO
Departamento de Arquitectura
Universidad Catolica del Norte
Antofagasta – Chile